sábado, 12 de julio de 2008

Ausencia

Sino fuera porque Ken tiene la gentileza de animarme creo que habría tomado ya un paquete de pastillas e ingerido una por una hasta que muriera. Siento que la vida me tiene prohibida la felicidad…

No pude tener una infancia normal al lado de mis padres porque murieron cuando yo aun les necesitaba mucho. No tuve una adolescencia común asistiendo a cualquier secundaria pues crecer en un orfanato es crecer en un mundo de cuatro paredes, ahora, en el punto de mi juventud, no soy una persona feliz…como todos los chicos que estudian y están enamorados, y no tienen porque ocultar su amor de nadie, que trabajan los fines de semana vendiendo helados.

Yo soy infeliz, vendiendo mí cuerpo, mi risa, intentando convencerme que mientras me penetran vuelo por un cielo azul, no puedo si quiera amar libremente a Sakura, todo se interpone, su ausencia me mata y cada día pienso más y más que la felicidad no fue hecha para mí…

No hay comentarios: