lunes, 28 de julio de 2008

Good Morning Hide

Esta mañana, al despertar había una silueta de espaldas mirando por la ventana del departamento de Ken desde mi habitación, pensé que era él e intenté seguir durmiendo, pero me encontré con el calor de unos dedos deslizándose por mis mejillas, con aquella ternura de los amantes. Al abrir los ojos él estaba ahí, observándome, tocándome, pensé que era un sueño e intenté despertar, pero sus besos confirmaron la realidad, le abracé despacio temiendo romper la ilusión pero mis lágrimas no se contuvieron. Era él…Cumpliendo su “nos volveremos a ver”, no se cuanto rato le mantuve sujeto a mi acostumbrándome de nuevo a la manera perfecta en que mi cuerpo cabe entre sus brazos, finalmente habló, susurrando un “buenos días Hide” que congeló el tiempo, si tan solo pudiéramos quedarnos así, convertirnos en una estatua romana de dos amantes destinados al abrazo eterno en el que se construyeron. Yo nunca más sería infeliz…

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